Mantener un buen estado de salud es una preocupación de la mayoría de las personas. ¿A quién no le gustaría llegar a la edad de sus abuelos con mucha vitalidad y sin problemas de salud?

En la actualidad existen diversas maneras en las que podemos detectar problemas de salud o enfermedades graves como el cáncer o la diabetes antes de que aparezcan; esto permite dar un tratamiento médico a tiempo, evitar complicaciones y mejorar la calidad y pronóstico de vida del paciente.

Los métodos más comunes que están disponibles para el público en general son los análisis clínicos de laboratorio. A través de estos exámenes se pueden medir los niveles de determinadas sustancias que se encuentren en la sangre, orina y otros líquidos corporales. Las cantidades pueden reflejar anomalías en los tejidos que las secretan, ayudando a los especialistas a detectar cuadros clínicos, controlar enfermedades y evaluar tratamientos.

Los expertos en ciencia y salud recomiendan pruebas de laboratorio frecuentes para las personas que padecen alguna enfermedad; que tienen o hayan tenido parientes cercanos que padezcan diabetes, cáncer, enfermedades del corazón, hígado o riñones, presión alta, entre otras.

Para las personas aparentemente sanas, se recomienda realizar estudios de laboratorio por lo menos una vez al año, sobre todo, a los mayores de 30 años.

Pero, aunque su realización periódica pueda ser útil y benéfica para quien así lo acostumbra, a pocas personas les agrada tener que practicarse análisis clínicos. Las razones para esta resistencia pueden ser variadas y no necesariamente razonables, como el no saber si el estudio será doloroso o no, malas experiencias relacionadas con los detalles más “puntiagudos” del procedimiento; el costo elevado de algunos de ellos o la incertidumbre y ansiedad del resultado mismo.

Obviamente todos deseamos que nuestros resultados nos muestren saludables, o dado el caso de sentirnos enfermos, que por lo menos los resultados que arroje el análisis no sean graves, pero la posibilidad de que esto no suceda nos causa una contrariedad y aunque un resultado anormal del mismo modo abre la posibilidad de un tratamiento adecuado y tal vez al anticipar la expresión más severa de una enfermedad, esta detección temprana ayude a recuperar la salud de manera más rápida.

En la clínica de Nutrición, Carlos Alcocer Cuarón, de la Universidad Autónoma de Querétaro, ofrecemos un servicio de calidad y confianza en los estudios de laboratorio, utilizando tecnología de punta. Los estudios que realizamos apoyan los tratamientos de nutrición y permiten dar un seguimiento certero de los niveles sanguíneos y de orina que se mejoran de manera evidente al adoptar un plan de alimentación saludable.

Ahora que ya conoces más sobre la importancia de los análisis de rutina, cuida tu salud y visítanos en la clínica de Nutrición para una mayor orientación.

Por: Dra. Clara Alba Bentacourt