Tatiana Lobato de Magalhães. |
De perspectivas diferentes, percepciones colectivas y miradas nuevas (inquietas, curiosas) se nutre el trabajo que la doctora Tatiana Lobato de Magalhães realiza en nuestra Facultad. Tintas Naturales ha platicado con ella a propósito de un libro que presentó, de un documental que coordinó y de la primera cátedra espejo de la FCN: una amplia labor de conocimiento y de estudio sobre los humedales en la que ha sido acompañada por el doctor Marinus L. Otte, de la Universidad Estatal de Dakota del Norte.
Por Juan José Flores Nava
Mayo de 2023
FCN-UAQ
El título de este libro es enorme, totalmente académico. Mire usted si no: Perspectivas sobre la gestión sostenible del agua y los humedales en la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda, México. ¡Uff! Lo que no resulta extraño, desde luego, si consideramos que quienes lo idearon, la doctora Tatiana Lobato de Magalhães y el doctor Marinus L. Otte, son investigadores. La primera, la doctora Tatiana, es profesora de nuestra Facultad; el segundo, el doctor Marinus, es profesor en el Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Estatal de Dakota del Norte.
Sin embargo, este libro entraña experiencias tan variadas, ricas y sensibles que desborda —sin alterarlo— el rigor científico con el que ambos trabajan. Se trata, por si fuera poco, de una obra colectiva editada por la UAQ y firmada también por Mahinda Martínez, José Emiliano Plata Ramos, Alejandra Leticia Rocha Mier e Itzel Sofía Rivas Padrón.
Podría pensarse, de manera equivocada, que sus páginas sólo atañen a aquellos seres interesados en el estudio y la conservación de humedales o, cuando mucho, a los habitantes del majestuoso territorio que compone la Reserva de la Biosfera de Sierra Gorda (territorio que equivale, por cierto, a poco más del 30 por ciento de la geografía del estado de Querétaro). Pero no: el tema central de este libro son los humedales y los humedales, dicen los autores, serían nada menos que “los riñones de la Tierra”. Y explican los siguiente:
“Son los manantiales, estanques, lagos, pantanos, ciénagas y las llanuras aluviales a lo largo de los ríos que albergan una vegetación exuberante y animales […] Pueden estar en su mayoría cubiertos de hierba o albergar árboles majestuosos como el ahuehuete o sabino. Se caracterizan por tener aguas estancadas o corrientes poco profundas […] Los humedales son la parte más importante del ciclo del agua porque la limpian”.
Además, el volumen es resultado de un proyecto más amplio coordinado por la doctora Tatiana Lobato de Magalhães y financiado por el Fulbright Specialist Program, el Fondo para el Desarrollo del Conocimiento de la UAQ y el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro sobre el manejo y conservación sustentable del agua y los humedales en el estado de Querétaro, por lo que fue escrito con una mirada abarcadora que, si bien incluye, desde luego, datos duros y material de referencia, contiene asimismo muchas imágenes, anécdotas, experiencias e historias de vida recogidas por sus autores durante una expedición de ocho días, en septiembre de 2021, por cinco comunidades de la Sierra Gorda; una caravana en la que tuvieron la posibilidad de interactuar con alrededor de 300 participantes: pobladores, estudiantes universitarios, miembros de la sociedad civil y representantes del gobierno.
Lo que sucede es que para una mirada holística como la que posee la doctora Tatiana es muy fácil, como ella misma lo reconoce, enamorarse de diferentes áreas. Aunque sabe que en la ciencia es imprescindible no extraviar el punto central de cualquier investigación, le gusta (e intenta) mirar cualquier problemática desde los diferentes aspectos que la atraviesan.
—Se puede mirar a los humedales desde el punto de vista social para conocer, por ejemplo, cómo los utilizaban las personas en el pasado y cómo los usan ahora —nos dice la doctora Tatiana Lobato de Magalhães en entrevista para Tintas Naturales—. También podemos averiguar, si es nuestro interés, la vegetación que tienen los humedales, cómo están distribuidas las diferentes especies de plantas que hay en ellos, qué cualidades poseen estas especies, para qué sirve cada una de ellas o si tienen potencial medicinal o de fitorremediación. Así que, sin desenfocarme de mi objeto de estudio, puedo entenderlo desde diferentes aspectos, lo cual, para mí, resulta muy enriquecedor.
Trabajo de campo en humedales. |
“El tal misterio del que hablan”
La visión holística que pone en práctica la doctora Tatiana se puede comprender mejor si rastreamos un poco en sus orígenes y en su formación académica. Aunque en un momento de la entrevista me pedirá abandonar esta exploración para centrarnos en el libro y en su trabajo como docente e investigadora de nuestra Facultad, accede, entre risas y con amabilidad, a compartir algo de su propia historia.
Y es así como nos cuenta que nació en São Paulo y creció en Florianópolis, la capital del estado de Santa Catarina, una isla (una hermosa isla) cercana a la costa sur de Brasil, su país de origen. Un sitio muy peculiar, reconoce ella misma, dado que es de los pocos lugares que fue colonizado por portugueses provenientes del archipiélago de las Azores, un conjunto de nueve islas situadas a mitad del Atlántico.
De ahí salió para estudiar, entre 2006 y 2009, una ingeniería en agronomía en la Universidad Federal Rural de la Amazonia. De 2011 a 2013 hizo su maestría en Ciencia Vegetal en la Universidad Estatal de Santa Catarina. Para su doctorado quería estudiar en el extranjero y de esa manera llegó a la Facultad de Ciencias Naturales de la UAQ, donde se graduó en Ciencias Biológicas con la publicación de cuatro artículos de investigación sobre “Diversidad florística y conectividad de humedales temporales de tierras altas en el centro de México”. Su tesis doctoral fue reconocida con la medalla José Mariano Mociño de la Sociedad Botánica de México. Posteriormente hizo un posdoctorado en El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), investigando humedales del sur de México.
Y aunque puede dar la impresión de que todo el universo de la doctora Tatiana está compuesto de clases, proyectos, colaboraciones interinstitucionales, artículos científicos, seminarios, conferencias, tutorías, citas, cátedras en el extranjero y reconocimientos académicos, también ama la lectura, la caminata de montaña y por muchos años practicó, en su natal Brasil, remo olímpico.
Los versos del poeta portugués Fernando Pessoa marcaron su juventud. Y, quién sabe, quizás hasta su gusto por el agua y las plantas y los microorganismos y la ciencia provenga de la sospecha de que “La Naturaleza es partes sin un todo. Esto es tal vez el tal misterio del que hablan”, como escribió Pessoa utilizando uno de sus heterónimos (Alberto Caeiro) en el “El guardador de rebaños”.
Durante la filmación del documental Percepciones sobre el agua, en Cuatro Palos, Pinal de Amoles, Querétaro. |
Historias para salvaguardar el agua
Vayamos ahora a explorar otro de los innumerables resultados del trabajo de la doctora Tatiana: el documental Percepciones sobre el agua. Una historia sobre los mecanismos para salvaguardar el agua desde los tiempos pasados, el cual está disponible en YouTube. En él es posible conocer testimonios muy variados de la relación que por décadas han tenidos los pobladores de la Sierra Gorda con el agua, los retos que hoy enfrentan y la soluciones que ellos mismos proponen. Con mucha alegría, la doctora Tatiana recuerda, en especial, un momento de este trabajo fílmico:
—Hay una escena muy bonita en el documental, filmada en la comunidad de Cuatro Palos, en Pinal de Amoles, en la que una señora nos cuenta, de manera muy elocuente, su historia con relación al agua. Dice que antes, en su comunidad, no tenían agua y debían caminar y caminar para conseguirla y llevarla a casa. Sin embargo, hoy eso no sucede porque cosechan agua de la lluvia y la almacenan. Así que, de manera muy chistosa, concluye que ya no hay pretextos: si alguien no quiere ducharse o no quiere lavar platos no lo hace por falta de agua sino, sencillamente, porque no tiene ganas de hacerlo.
Y parece que al documental, como a la doctora Tatiana (quien ha visitado cerca de 30 países gracias a su trabajo como investigadora), también le gusta viajar: a finales de 2022 se presentó en el North Dakota Human Rights Film and Art Festival, en Fargo, Dakota del Norte, Estados Unidos, y para 2023 ella y el doctor Marinus planean llevarlo al encuentro anual de la Sociedad Científica de Humedales, que se realizará, a finales de junio, en Spokane, Washington.
—Propusimos que en lugar de la habitual ponencia plenaria presentáramos el documental —dice—. Y nuestra propuesta fue aceptada. Así que la comunidad internacional científica de humedales podrá verlo, lo cual, sin duda, dará mucha exposición a nuestro proyecto.
Por su parte, la doctora Tatiana ha hecho estancias de investigación en instituciones de México, Estados Unidos, Brasil y Japón; además de que vivió y trabajó durante siete años en la Amazonia Brasileña actuando para The Nature Conservancy y organismos gubernamentales. Además, es la organizadora del primer encuentro de la Sociedad de Científicos de Humedales en Latinoamérica, que se realizará, del 7 al 10 de noviembre de 2023, en Medellín, Colombia.
Integrantes de la expedición a la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda. Al centro Marinus L. Otte y Tatiana Lobato de Magalhães. (Foto: José Emiliano Plata Ramos) |
De interés internacional para conservación
A la doctora Tatiana le gusta vivir con el agua hasta el cuello. Esto quiere decir que no sólo habla de humedales y que no sólo los estudia desde fuera, sino que se introduce en ellos para conocer sus características “cara a cara”. Se inmerge, literalmente, del objeto que analiza. Si bien su manera de interpretar el mundo —su mundo— le exige una aproximación teórica, el trabajo de campo, la práctica, es su fascinación. Y la comparte con sus alumnos.
Entre marzo y mayo de este año ella y el doctor Marinus echaron a andar la primera cátedra espejo en la historia de nuestra Facultad. Como parte de esta experiencia ocho estudiantes de la FCN (cinco de Biología, dos de Microbiología y uno más de la maestría en Gestión Integrada de Cuencas) y 29 de la Universidad Estatal de Dakota del Norte (NDSU, por sus siglas en inglés) compartieron clases de forma virtual. La doctora Tatiana Lobato de Magalhães, desde acá, presentaba su materia sobre Ecología, Manejo y Conservación de Humedales. Y el doctor Marinus L. Otte, desde Fargo, en el extremo norte de Estados Unidos, presentaba su materia de Wetland Science.
—Esta experiencia abre la posibilidad de que existan más cátedras espejo entre la UAQ y la NDSU —dice, muy emocionada, la doctora Tatiana Lobato de Magalhães.
Previo al inicio de la cátedra espejo, y aprovechando que el doctor Marinus (especialista Fulbright) estaba de visita en Querétaro, a donde acudió para presentar el libro del que hablamos y entregarlo a sus protagonistas en la Sierra Gorda, los alumnos de la materia de Ecología, Manejo y Conservación de Humedales tuvieron una salida de campo a Michoacán, para interactuar con humedales de Pátzcuaro, Cuitzeo y de Zirahuén.
—México es uno de los países que posee alta biodiversidad y endemismos —afirma la doctora Tatiana—, pero, en términos de humedales, es el segundo país en todo el mundo con mayor número de Sitios Ramsar [o, lo que es lo mismo, de humedales designados como de importancia internacional bajo el Convenio de Ramsar, nombre de la ciudad iraní en la que se firmó este acuerdo ambiental auspiciado por la UNESCO y que entró en vigor en 1975].
Lo que no es poca cosa si consideramos que los humedales existen en todo tipo de terreno, y los hay tanto naturales como construidos (incluso existen humedales en la Antártida). Sobre todo en zonas áridas y semiáridas, los humedales son clave para la vida. Y en nuestro país, según la Comisión Nacional Forestal, los ecosistemas áridos y semiáridos abarcan más de 56 millones de hectáreas forestales de las 138 millones que posee nuestro territorio.
—Uno de los propósitos tanto del libro como del documental —dice la doctora Tatiana para concluir— es compartir experiencias que puedan ayudar a resolver problemas comunes relacionados con el agua. Porque a veces las soluciones están ya en las comunidades. Desde la academia debemos conocerlas, apoyarlas y mejorarlas con la participación de todos. Así que el material producido es una invitación a reflexionar sobre un problema global: la falta de agua, su contaminación y la importancia que tienen los humedales como forma de almacenamiento, como eliminadores de contaminantes, como refugio para la biodiversidad o como conectores del paisaje.