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Víctor Lázaro Vidal

Ahora que está en curso el X Encuentro de Jóvenes Investigadoras e Investigadores de Querétaro, platicamos con Víctor Lázaro Vidal, uno de los ganadores de esta convocatoria en su edición anterior.


Por Juan José Flores Nava
Noviembre de 2022
FCN-UAQ

Así es Víctor Lázaro Vidal tampoco se imaginó escribiendo y publicando un artículo científico en el que apareciera como primer autor. Mucho menos durante la licenciatura. Pero sucedió. Fue uno de los ganadores del IX Encuentro de Jóvenes Investigadoras del Estado de Querétaro, por lo que su trabajo —intitulado “Redes multicapa como herramienta de análisis de la microbiota”— apareció en la edición especial de la revista Nthe, en septiembre de 2022.

Hoy, Víctor Lázaro Vidal está convencido de que la ciencia es su camino. Lo que ahora mismo ve muy claro, no lo era tanto hace apenas un par de años, cuando Víctor cursaba la licenciatura en Microbiología, en nuestra Facultad. En ese entonces fue invitado por el doctor Roberto Álvarez Martínez, a quien considera su mentor, para que se sumara a un proyecto de investigación en marcha. Víctor se unió con gusto. Su entusiasmo fue mayor cuando supo que sería incluido en los agradecimientos del artículo que resultara de aquel trabajo en grupo.


Sin embargo, su afán por explorar aquellos patrones ocultos entre un sinfín de datos lo llevó a ir más allá de lo que en un principio él mismo se hubiera imaginado. Así que pisó el acelerador a fondo y se fue por la libre, apoyado por el doctor Roberto, quien, por cierto, es integrante del Cuerpo Académico de Genética Molecular y Ecología Evolutiva de la FCN.

—Yo me comprometí a apoyar la investigación que encabezaba el doctor Roberto con un estudio de redes multicapa —recuerda Víctor Lázaro Vidal—. Pero empezaron a surgir problemas que no podía resolver con los programas que tenía, así que tuve que aprender a programar para crear mis propias funciones. Al final, aparecieron resultados interesantes y fui incluido en esa publicación ya no sólo en los agradecimientos, sino como coautor.

Porque, por más que sean necesarias las ideas individuales para lograr esos grandes saltos hacia adelante, como decía el genial Stephen Hawking, la ciencia sólo es posible gracias al trabajo colectivo. De este modo, el artículo por el que Víctor Lázaro Vidal ganó el primer lugar como joven investigador en la categoría “Salud” a nivel licenciatura fue publicado en coautoría con Zyanya Mayoral Peña y Etzel Garrido (del Laboratorio de Evolución Teórica y Aplicada) y el propio Roberto Álvarez Martínez (del Laboratorio de Biología Cuantitativa y Sistemas Complejos), de la Facultad de Ciencias Naturales de la UAQ.

 

La comunidad científica es muy fraternal

Ahora que está por celebrarse —el 14 de diciembre de 2022— el X Encuentro de Jóvenes Investigadoras e Investigadores del Estado de Querétaro, que organizan la Universidad Autónoma de Querétaro y el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro, la experiencia de Víctor Lázaro Vidal exhibe la importancia de hacer a un lado los nervios y la inseguridad para aventurarse, desde la licenciatura, a concursar con alguna investigación concluida o próxima a concluir. La experiencia, sin duda, siempre es enriquecedora.

—Fue Roberto Álvarez, mi mentor, quien me convenció de participar en la convocatoria del año pasado —dice Víctor Lázaro Vidal, quien ahora cursa la maestría en Ciencias Biológicas en la FCN.

—¿Llegó a pensar que su trabajo no estaría entre los ganadores? —le preguntamos a Víctor.

—Sí, claro, pero si te gusta la ciencia debes estar capacitado para tolerar los muchos fracasos que seguro vas a tener como investigador. Yo me he preguntado muchas veces si realmente sirvo para esto que hago, pero cuando amas producir conocimiento, estas dudas no te detienen, simplemente buscas la manera de seguir trabajando, si no es en el lugar dónde naciste, seguro vas a encontrar otro lugar. Porque con todos sus defectos, algo muy valioso de la comunidad científica es que es muy fraternal. Tarde o temprano encuentras a alguien que te ayuda o que te jala para participar en algún proyecto. A veces eso significará irte al extranjero, es verdad, pero como egresados de instituciones públicas no hay que olvidar que es importante regresar para aportar algo directamente a nuestro país, quizás para entrenar nuevas generaciones de científicos. Pues, por más mal que esté la situación en México con relación a la ciencia, debemos ser conscientes de que gracias a nuestro país nos hemos formado como investigadores.

—Dice usted que muchas veces se ha preguntado si realmente sirve para la ciencia, ¿se lo sigue preguntando, Víctor? Sobre todo pensando en que un artículo suyo ya obtuvo un reconocimiento importante y que ahora mismo usted se encuentra cursando una maestría.

—Esa pregunta me la hice muchísimas veces mientras estaba estudiando la carrera. Pero yo no era el único que se hacía ese cuestionamiento. Mientras estamos en la carrera muchos no sabemos qué es lo que realmente queremos hacer. ¡Es traumático! Intentas esto y lo otro y las cosas no te salen. Entonces aparece la frustración de la que hablaba. Pero hay que resistir sabiendo que, en efecto, la mayoría de las veces no te van a salir las cosas. Un experimento puede estropearse en cualquier momento, a veces por circunstancias ajenas incluso al investigador: falta de dinero, falta de apoyo, falta de colaboradores, falta de recursos materiales o de laboratorio, un cálculo equivocado o hasta un paro como el que acabamos de vivir en la universidad. Y entonces se vienen abajo los avances logrados y el tiempo invertido en determinado proyecto. Pero hay que estar predispuesto a que, de la noche a la mañana, eso puede suceder y no puedes hacer nada para cambiarlo, sólo admitir que algo salió mal e intentarlo de nuevo.

La planta Datura inoxia (conocida popularmente como toloache) y el escarabajo Lema daturaphila. (Foto: Zyanya Mayoral Peña)

El “caos” de los sistemas biológicos

A todo esto, por cierto, de qué va la investigación de Víctor Lázaro Vidal que ganó, en la categoría de “Salud” a nivel licenciatura, el IX Encuentro de Jóvenes Investigadoras del Estado de Querétaro. Para quienes están familiarizados con temas como redes neuronales y sistemas biológicos, el título del trabajo es muy sugerente: “Redes multicapa como herramienta de análisis de la microbiota”. Pero a muchas personas este título sólo nos anticipa que habrá muchas matemáticas y algo de biología. Por eso, hemos pedido a Víctor Lázaro Vidal que nos cuente, en forma simple, de qué trata su investigación.

—El artículo analiza la relación biológica que existe entre un tipo de planta llamado Datura inoxia (conocida popularmente como toloache) y el escarabajo Lema daturaphila —dice—. Lo que sucede es que esta planta produce, como mecanismo de resistencia, unos compuestos que resultan tóxicos para la mayoría de los insectos; sin embargo, este tipo de escarabajo es capaz de alimentarse de ella. Es decir, se adaptó de alguna manera. El trabajo sugiere que esto puede deberse a que hay un intercambio entre la microbiota de la planta y la del insecto, lo que significa que en la interacción planta-insecto hay comunidades de bacterias presentes en ambos organismos que podrían estar jugando un rol sobresaliente en esta relación.

Justo para analizar el grado de importancia que juegan varios tipos de bacterias en esta relación fue que Víctor Lázaro Vidal empleó las redes multicapas, las cuales le permiten estudiar, como apunta en el artículo, “no sólo las interacciones dentro de una red individual sino también las que ocurren con otras redes”. Curiosamente, a pesar de que el concepto de redes multicapas surgió en el ámbito de las ciencias sociales, ha ido tomando fuerza en distintas ramas del conocimiento, incluyendo, desde luego, las ciencias biológicas.

—Para esta investigación bien pude haber empleado una red de coabundancia que, dicho de manera simple, nos permite saber que dos poblaciones están correlacionadas —afirma Víctor Lázaro Vidal—. Pero eso es como si estuviera tomando una captura de pantalla acerca de cómo se comporta el sistema en un momento y en unas condiciones dadas. El problema es que los sistemas biológicos no son estáticos, varían en todo momento. Poseen características de un sistema caótico, pero también son autoorganizables. O sea que no son ordenados ni caóticos, sino algo intermedio: son muy difíciles de predecir porque son muy sensibles a las condiciones iniciales. Actualmente hay varias formas de estudiar estos sistemas. Yo solamente ocupé una de las múltiples posibilidades que existen, que es una red multicapa que permite comparar la abundancia de cierto tipo de bacterias presentes en cada organismo en un momento determinado; o sea, una red multicapa es una red hecha de redes.

—En esencia, usted analizó lo que sucede en cada una de las redes y la relación que existe entre ellas, ¿no?

—Exacto. Una red multiplex es un tipo de red multicapa que muestra cómo se comporta un sistema en dos condiciones diferentes. Para ejemplificar, pensemos en dos tipos de redes sociales: Facebook e Instagram. Tenemos un grupo conformado por los estudiantes de Microbiología de la FCN de primer semestre. Y lo que queremos es averiguar, al final del semestre, quién es amigo de quién en Facebook y quién sigue a quién en Instagram. Ahí tenemos dos capas de las que podemos extraer información y ver cómo un mismo conjunto de nodos, los estudiantes de primer semestre de la carrera de Microbiología, actúa de forma diferentes en dos redes sociales distintas. Ahora, digamos que nuestro propósito es crear una red temporal. Funcionaría de manera muy parecida, pero en este caso sería con respecto al tiempo: analizaríamos, por ejemplo, la red de amigos de ese mismo grupo de estudiantes en primer semestre y en segundo semestre. Lo más probable es que observaríamos un conjunto de nodos (o personas) interconectados que conformarían los bloques de amigos de primer semestre. Tal vez aparecería uno que otro solitario. También estarían aquellas personas que se llevan con dos bloques de amigos al mismo tiempo, las cuales serían los nodos intermedios. Para el segundo semestre, podría suceder que algunos amigos se hubieran peleado o perdido interés en el bloque de amigos del que antes eran parte, por lo que se separarían de él, ahí veríamos entonces cómo evolucionó el sistema en función del tiempo.